Esto es lo que hay
1) Despiértate, no
estás en Venezuela, está en otro país que no es el tuyo, ni te lo compraste, ni
te lo regalaron, ni lo invadiste. Eres un visitante, compórtate
2) Sí te fuiste por las razones que fuesen de
Venezuela, céntrate en el presente y no hagas comparaciones. Sí eramos lo
máximo, porque somos tan pendejos que perdimos nuestra Venezuela. Algún día
nuestros hijos y nietos nos lo echarán en cara - Ellos serán los nacionales y nosotros los emigrados
3) Sólo tienes una
oportunidad de causar una buena impresión y más donde nadie te conoce. Ubicatex
y sé humilde, pero no pendejo
4) Te están dando
una oportunidad de vivir mejor, educar a tus hijos, estar vivo. Entonces,
agradécelo siendo buen ciudadano
5) No te gusta la
comida, el clima, el acento, el Transmilenio, los trancones, la televisión.
Simple: Múdate. Pero adonde llegues te vas a sentir igual hasta que no
asumas que el pasado y lo que tenías ya no existe
6) Siempre vas a ser
el nuevo, el extraño, el recién llegado. A menos que tengas status de estrella,
adáptate y sé parte del grupo
7) La vaina no va a
cambiar en Venezuela ni en corto ni a mediano plazo, entonces acostumbrate a
vivir en el país que te dió la mano y su confianza para que salieras de nuestro
pobre país. Se agradecido
8) Bolívar, Sucre, Santander et allia, los héroes están
muertos, los que liberaron América, el pasado no existe y ESTO ES LOQUE HAY. Entonces, échale piernas que aquí no es fácil ni siquiera para el
colombiano, los aires de grandeza no te van a permitir casarte con los dueños
del país (a lo mejor nuestros hijos o nuestros nietos lo logran) Y NO NOS
DEBEN NADA, así que no exijas cosas que no mereces
9) Usa tu sentido
crítico y recuerda que Venezuela fué destruída por nosotros los venezolanos
(bastante gente de afuera ayudó, pero los dueños de la casa erámos nosotros) y
no le saques en cara supuestas superioridades que la dura realidad indican que
HOY NO EXISTEN
10) Sé feliz,
vacílate la nota, aprende a comer cosas nuevas, busca nuevas amistades, explora
la ciudad, el país, escucha a su gente humilde y aprende de ellos su tesón y
esfuerzo y no trates nunca de hacerte sentir superior, porque en el fondo todos
sabemos que perdimos el autobús de la historia.
Un abrazo, que Dios nos bendiga y vivamos de una mejor manera, para ser ejemplo
de buenos emigrantes.